
Descubrir nuevos autores, escritores imprescindibles en la historia de la literatura que para mí eran desconocidos aún. Sólo con eso, ha merecido la pena haber leído esta novela.
Ficción y realidad mezcladas dentro de un libro dedicado a la renuncia de la vida, renuncia representada por la negación de la escritura por parte del escritor. La renuncia a lo que más se ama, la filosofía del No, descubrir que la palabra no refleja lo que quiere transmitirse, la motivación de esa renuncia inexplicable, producida, en los casos más elogiables, justo en el momento de mayores posibilidades de éxito, cuando no en pleno auge. Renunciar a un porvenir repleto de halagos y triunfos. Renunciar tan sólo al porvenir. ¿Por qué? De eso trata esta novela.
Robert Walser, Juan Rulfo o Rober Derain. Todos son escritores relacionados de una u otra forma con la No escritura. Su existencia, real o imaginaria, es lo de menos; a través de ellos el autor nos regala literatura, literatura en estado puro. Vila-Matas, partiendo de la renuncia a la vida, a la escritura, nos ofrece un excelente ejercicio de redacción, de disfrute, de placer, de vida.
Salinger, Arthur Cravan, Herman Broch, Robert Musil, Rita Malú, Nathaniel Hawthirne, Thomas Pynchon, Antonio Tabucchi, Herman Mellville, por supuesto, y muchos más. Mezclar lo real con lo imaginario, dar una vuelta de tuerca a la novela de Marcel Schwob, al que también menciona. Las vidas imaginarias se entrelazan con las reales y la historia funciona camuflada como un ensayo o estudio literario.