Hasta que leí La muerte de Artemio Cruz me parecía inaudito
que alguien se atreviera a escribir gran parte de una novela en segunda
persona.
Hasta que oí a Carlos Fuentes
decir que cada Semana Santa, sus ejercicios espirituales consistían en leer el
Quijote, no caí en la cuenta de tener una lectura recurrente cada año. Cosa muy
saludable.
Hasta que no supe de Gringo Viejo (lectura pendiente, aún)
nunca me planteé que, aunque no se sabía nada al respecto, se podía imaginar
cómo fue la desaparición de Ambrose Bierce.
Descanse en paz el genio. Nos
queda su obra.
Genio Fuentes, de los pocos, aun con sus altibajos. Sólo por las obras que mencionas, más unas cuantas más, merece figurar con esas letras doradas en la historia, por mucho que esté tan de moda poner en cuestión la letra de oro y hasta la Historia.
ResponderEliminarHola Atisbos:
ResponderEliminarYo de Fuentes sólo he leído Aura, que me gustó mucho, e Instinto de Inez, que recuerdo que me gustó menos (aunque me gusta pensar que tengo la primera edición, firmada por Fuentes, y que gracias a ese libro pude cambiar 4 palabras con él en la feria del libro de Madrid de 2001)
Tengo ganas de leer La muerte de Artemio Cruz y La región más transparente. A ver si me pongo pronto.
saludos
Descanse en paz.
ResponderEliminarTe invito a que visites nuestro blog http://elclubdelaslectoras.blogspot.com.es/ estamos de sorteo! un saludo
Yo tengo la vergüenza de haber abandonado la genial Terra Nostra por incapacidad mía a la edad de 20 años pero tengo la determinación de limpiar esta mácula. Lo malo de leer a los genios es que te quitan las ganas de leer al 95% de los demás escritores. Y eso... tiene algo de injusto también.
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